El Guano

El guano, palabra de origen quechua, es el material formado a partir del excremento de las aves costeras. Es un material muy valioso, debido a su aplicación en los fertilizantes y explosivos. Estas características se deben a que el guano posee elevadas concentraciones de fósforo y nitrógeno.

Químicamente el guano está compuesto por nitrato de amonio, junto con ácido úrico, fosfórico, oxálico y carbónico, además de sales minerales y otras impurezas. Para la formación del guano se necesitan determinadas condiciones biológicas y geológicas. Es así como en las zonas costeras del norte de Chile y sur del Perú, producto de la interacción de la corriente de Humboldt y la corriente ecuatoriana, hay una enorme concentración de anchovetas, las cuales sirven como nutrientes a las aves marinas que habitan en la zona costera. Esta situación unida a la aridez extrema de la región, ha hecho que el excremento de las aves se acumule a través de millones de años. Es así como el guano a podido acumularse hasta alcanzar espesores de alrededor de 30 metros. Según las características de este fertilizante, se pueden reconocer dos tipos de guano. El guano blanco, el cuál es rico en nitrógeno, es de formación reciente, y se suele encontrar junto con el plumaje y huesos de las aves guaníferas. El guano rojo por el contrario, es muy rico en fósforo, el cuál es de formación milenaria, por lo que es un recurso no renovable.



Fibra ecológica para exportación

El mueble de guano es ecológico porque para cosechar las hojas no se precisa destruir la planta, sino podarla, lo que la embellece y la hace reverdecer.

La belleza y durabilidad del guano son superiores a las del mimbre, gracias al entrecruzamiento de una gran cantidad de hebras del tejido, cuya principal característica frente a la materia prima importada es su resistencia al uso y a las polillas, haciéndolo un material de óptima calidad para la exportación.